El estadio de arena
Marcos y Federico, enemistados hace años, se vuelven a reunir para cumplir la última voluntad del padre (El Gitano), que consistía en que sus cenizas fueran arrojadas por sus hijos en “el estadio de arena”. El estadio de arena es una mirada poética sobre un movimiento que atravesó los años ‘90 en Solanas, una playa en Uruguay, donde se llevaban a cabo competitivos torneos de fútbol. Puede definirse como movimiento porque “el estadio” marcaba un pulso casi filosófico de cómo habitar el verano. Era la playa deportiva (antítesis de la playa pose de atardeceres rave que vino después), con familias y mujeres embelleciendo el juego desde el perímetro de la cancha y alimentando el mito de esos apasionantes torneos del mes de enero, hoy ya en extinción desde la desaparición del estadio.
“Una obra dedicada a Roby, mi papá.”
Esta obra obtuvo el Primer Premio de Dramaturgia en el Fondo Nacional de Las artes
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