Raíces del Flamenco

De Sefarad al Cante Jondo

Este espectáculo se cuenta a través de los textos de tres grandes poetas: León Felipe, Juan Gelman y Federico García Lorca. Los mismos se entrelazan con antiguas canciones sefaradíes acompañadas por un violín y percusión oriental, para luego dar paso al Cante Jondo y al baile flamenco, interpretados por dos voces gitanas, una guitarra flamenca, una bailaora y un bailaor.

“Raíces del Flamenco”, es una pieza que gira alrededor de la huella que del hombre queda en sus canciones, danzas y diversos rituales. Huella que se transmite y permanece como herencia desde la antigüedad hasta la actualidad.

Hubo un tiempo de convivencia y mutuo enriquecimiento entre los pueblos que se establecieron en el sur de España y permanecieron durante ochocientos años juntos. Convivencia de culturas de judíos sefaradíes y árabes, así como también de los gitanos, últimos en arribar desde la India a ese escenario de Al Andalus hacia el año 1425. Nómade a fuerza de persecuciones, este pueblo fue testigo partícipe del alto nivel de circulación cultural, social y económica encontrando en aquellas tierras andaluzas similitudes con la cuna de su cultura. Cuando los reyes católicos comenzaron a ejecutar a través de la Inquisición el concepto de Nación bajo la fé cristiana, en 1492, judíos, árabes y gitanos fueron expulsados, ejecutados, perseguidos y convertidos.

El Cante Jondo nace, se gesta, en ese territorio de extensos olivares. Surge de esa raíz sefaradí y árabe, de sus músicas, sus melismas y semitonos, entrelazados con las primitivas músicas de la India. Surge de la emoción intensa de raíces que vienen de razas lejanas, y del dolor de la persecución y el exilio.

“La primera vez que escuche la música del Cante Jondo, siendo muy joven, sentí una profunda emoción que me llevaba a mis raíces judeo-sefaradíes y a mis ancestros. A partir de allí decidí dedicarme profesionalmente a la danza flamenca y sumergirme en el conocimiento de los cantes y ritmos gitanos”, comenta Marcela Suez.