Madre e Hijo: la sombra de las palabra

En “Madre e hijo” el personaje es un escritor llamado Cesar Aira. César, el hijo, va a Coronel Pringles a visitar a su madre. Mientras ésta teje y mira la televisión entablando una suerte de conversación solipsista tan usual entre madres e hijos: decisiones, novedades, recuerdos… Este diálogo en apariencia trivial es la puerta de entrada a un mundo enrarecido donde, las cosas cambian inexplicablemente de lugar y el absurdo se adueña de la “realidad”. Su retorno desencadena recuerdos de su infancia, Pringles, la caída del peronismo en manos de la Revolución Libertadora y la mudanza a los suburbios de Rosario. Por una supuesta intoxicación, el niño es internado en el hospital público de Rosario, lo que determina que comience la escuela meses más tarde. En estas experiencias se encuentra con diferentes madres emblemáticas de la argentinidad, la primera segunda mamá: la maestra de la escuela pública, la enfermera y la enana religiosa del hospital público. Estas circunstancias habilitan al personaje para tramar una crónica de las instituciones públicas argentinas.