Damas

Seis mujeres se conocen en un viaje en micro que recorre los santuarios paganos del país, quedan abandonadas en un baño en medio de la ruta, sin posibilidad de comunicación con sus conocidos. Mediante la convivencia intiman, aparecen sus historias personales y la razón de cada una para emprender este viaje. Surgen amistades o rivalidades que las acercarán, las alejarán y las ayudará a superar la situación. En una gran metáfora, vemos el comportamiento humano con mucho humor y piedad, y las circunstancias las llevan a la benévola conclusión de que juntas pueden.

Sobre la obra:
La obra transita varios pequeños actos. Partiendo siempre del texto armamos la espacialidad buscando los personajes y los roles. Pusimos pautas musicales que colaboran con el relato y climas, ataques y silencios.
Hemos logrado reunir un equipo técnico de primera que completará nuestro imaginario y hará el espectáculo interesante, divertido y aleccionador.

Palabras de la directora:
Estas deliciosas mujeres, excelentes actrices todas, a las que ya he dirigido con mucha alegría en otros espectáculos, me traen una obra diferente que en la primera lectura me atrapa, pero no sé si me expresa. Insisten y proponen leérmela. Parece escrita para ellas. Me encanta, nunca me había pasado que un material que, leído, no terminara de convencerme y que, escuchado e interpretado por estas diosas con las que estoy trabajando, despertara mis sentidos, me hiciera reír a carcajadas, emocionar por la solidaridad que se desprende del texto, conmover y desear verla puesta en escena sin dilación.
Damas es una deliciosa parábola con un final que deja un alto aprendizaje. Seis mujeres aisladas en un páramo, solas y abandonadas en un baño de estación de servicio en desuso de ruta secundaria en algún lugar de alguna provincia se unen y logran cumplir sus sueños a partir de la devastación.
Son seis divinas, pero desoladas mujeres, cada una va a orar a santuarios paganos para lograr lo que no pueden. Son abandonadas en la ruta y el incidente las hace crecer como personas. Cada una tiene un drama y una tipología reconocible en nuestro conurbano. Son desconocidas pero inmediatamente el desastre las emparenta, logran intimar, pueden apoyarse en las otras que son interlocutoras incondicionales. Juntas pueden.