Asco

Dos hombres en el vestíbulo de un edificio.
Un portero locuaz y un propietario insomne que lo escucha. Una y mil noches interminables.
"Asco" surge de la propuesta de trabajar sobre el territorio de la portería y sus protagonistas.
El portero es un personaje contradictorio, su desesperación lo hace brutal y la rutina lo vuelve sereno. El portero se dibuja a sí mismo y a su interlocutor silente, dispuesto a escuchar.
Desde un ser anónimo, la obra narra una pequeña historia extraordinaria con esos desechos: el resto del día, la basura del lenguaje, el rencor acumulado y las ilusiones trasnochadas. La espera infinita de la llegada del día. La misma historia de siempre que se repite hasta el cansancio en cada edificio, todas las noches.

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